Se dice que un hombre viajó a la gran montaña en busca del final del arcoíris más grande de la Tierra. Al llegar allí y reclamar su tesoro, el hombre sintió como sus pies se sumergían en la tierra, el cuerpo se alargaba y sus manos se convertían en grandes y frondosas ramas, convirtiéndose al fin en un hermoso roble.
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Carlos Ernesto Millán
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